Chalet de Luis Zanniello
Chalet de estilo pintoresquista, ecléctico, con utilización de piedra en casi toda la fachada salvo en el balcón curvo cubierto de la equina y en parte de su frente por la calle H. Yrigoyen. Fue proyectado en 1937 por el arquitecto Gabriel Barroso. Este arquitecto marplatense realizó varias obras en la ciudad y representó, junto a Auro Tiribelli, Córsico Picolini y Valentín Coll, al movimiento asociado a la creación del Chalet Marplatense.
Ubicación: Hipólito Yrigoyen 1008, esquina con las avenidas Libertad y Patricio Peralta Ramos
El chalet está ubicado en un terreno en esquina (pero de manzana irregular) ocupando un terreno con frente a una intersección triple de calles (la Av. Libertad, la Av. P. Peralta Ramos y la calle Hipólito Yrigoyen).
Presenta 2 plantas y un nivel semienterrado. Al estar sobreelevado del nivel de la vereda y casi no poseer volúmenes salientes en su doble altura genera una presencia imponente como una mini fortaleza, es lo que en cierta manera, junto a las aberturas con arcos rebajados y de medio punto en la puerta de acceso, más la fachada almenada del garaje da una sensación que inspira vagamente al medioevo.
Las cubiertas son
las de tipo normanda (planas rectas).
Originalmente el chalet disponía de una galería de acceso a la que daban los ambientes sociales de la planta baja (hoy se encuentra cerrada al exterior). En la segunda planta se distribuyen las habitaciones y el balcón corresponde al dormitorio principal.
Los bienes preservados están contemplados en la ordenanza municipal 10.075 y sus anexos, que incorporaron nuevos inmuebles durante los últimos años y cuyo destino se rige por un Código de Preservación Patrimonial establecido por la misma normativa.
Bajo esos lineamientos se realizó la intervención en “La Matilde”, hoy nueva sucursal en el corazón del barrio La Perla de la cadena de hamburgueserías “Mostaza”. El chalet de piedra, en dos plantas, vivió los últimos años con riesgo de usurpación y niveles de abandono que deterioraron sus instalaciones. “Afuera, en la fachada, no se tocó nada”, afirma el arquitecto Maximiliano Calvo, que junto al estudio Váttimo-Macolino compartió la obra de adecuación para esta propuesta en un lugar privilegiado, frente al mar.
En el interior, dijo, se conservó la escalera original e incluso dejaron a la vista un techo de pinotea que había estado oculto por cielorrasos de yeso. “Adentro queda bien claro lo que se mantuvo y lo que se incorporó”, explicó sobre intervenciones limitadas y con única construcción de un nuevo bloque para baterías de baños. “Cuando estábamos en obra vino la mujer que dio nombre a la casona y prometió volver a comer”, dijo sobre Matilde Tellia, que ya superó los 90 años y pasó a mirar la transformación del chalet.