Reducción De Nuestra Señora Del Pilar
Ubicación: Reserva Natural Municipal de Laguna de los Padres, Ruta 226 km 12, calle Félix de Ayesa s/n.
Eligieron levantar la Reducción a orillas de la laguna de las Cabrillas (luego de los Jesuitas, y actualmente de los Padres) por la proximidad de agua dulce y de montes de sauces y de currumamuel o curro (arbusto espinoso nativo) para obtener leña.
En 1747, el padre Cardiel fue llamado a Buenos Aires para cumplir con otra misión, y fue reemplazado por el padre Matías Strobel, alemán, que provenía de la Reducción de la Concepción.
La Reducción toma su nombre de la estampa de Nuestra Señora del Pilar que trajo el padre Cardiel y que entronizó en la Reducción. Contiene los edificios de la capilla con una pequeña sacristía, el campanario y, al lado, el cementerio. El altar, el confesionario y los bancos laterales están adheridos a la construcción. En el altar, la actual imagen de Nuestra Señora del Pilar es un óleo donado por el Alcalde de Zaragoza. El color blanco de los muros del interior y del exterior es una licencia.
El rancho principal, el más grande, era el destinado a dormitorio de los padres. Los dos más pequeños, a depósitos.
Una gran cruz de madera está ubicada frente al ingreso a Reducción, cuyo perímetro está rodeado por un cerco de palo a pique para protección.
La conversión de los aborígenes se apoyó en dos sistemas se usaron alternativamente o en forma conjunta los jesuitas, de acuerdo con las circunstancias: mediante el convencimiento a través de las ceremonias religiosas donde la palabra y el modo de decirla era esencial, y los regalos, como alimentos, yerba mate, tabaco y objetos diversos. Por lo general, cuando estos se terminaban, los indígenas levantaban los toldos y volvían a la vida nómade siguiendo costumbres ancestrales. Luego, se asentaban otros grupos y el ciclo se renovaba.
Daban clases de catecismo por la mañana y la tarde, recitando en voz alta para permitir la memorización. A su misión religiosa, se sumaba la de inducirlos a establecerse en un sitio y convivir, y a dedicarse a la agricultura y la ganadería. Con este fin, fundaron la Estancia del Pueblo y una pequeña chacra donde se sembró trigo por primera vez en esta región. La Estancia cumplía la función de engorde de la hacienda jesuítica. Su superficie era prácticamente la que ahora ocupa Mar del Plata.
En febrero de 1751, la Misión de los Desamparados fue arrasada por el cacique Cangapol, el Bravo, cuyo poderío sobre las distintas parcialidades de pampas y serranos competía con la labor de los jesuitas.
Unos meses más tarde, amenazó a esta Reducción del Pilar. Los jesuitas solicitaron soldados para su defensa al gobierno de Buenos Aires pero recibieron una negativa, lo cual los obligó a abandonar la Reducción.
Esta región serrana formaba parte de los territorios donde incursionaban distintas parcialidades de indígenas pampas y serranos, y de puelches y tehuelches provenientes del área cordillerana de los Andes. Era, además, un lugar estratégico en la intensa circulación de productos entre el sur de Chile y Buenos Aires. Por esa época, el territorio argentino pertenecía al Virreinato del Perú. El del Río de la Plata se creó recién en 1776.
En la Reducción del Pilar se autorizó la conformación de un Cabildo, organización administrativa y con poder de policía que le dio status de pueblo. Fue integrado por caciques serranos, y comenzó a funcionar el 1° de enero de 1751.
Se llamó entonces pueblo de Nuestra Señora del Pilar. Por eso, se puede considerar que éste fue el primer intento por establecer una población colonial permanente al Sur de Buenos Aires.
Tanto en esta Reducción como en las otras dos al Sur del Salado, no se levantaron grandes edificios de material como en el caso de las provincias de Córdoba y Misiones. Aquí fueron una capilla y tres ranchos con techos de paja de los que no han quedado vestigios. Aunque ésto no hace su existencia menos valiosa.
La actual, es una reproducción de la original aunque no existen documentos que den la certeza de que estuvo exactamente en ese sector de la laguna. Los responsables de esta “reconstrucción”, según sus propias palabras, respetaron los datos históricos dados por el padre Guillermo Furlong Cardiff, quien fue también historiador. Se inauguró en 1968. Y el paraje fue declarado Lugar Histórico en 1950 por el Primer Congreso de Historia de los Pueblos de la Provincia de Buenos Aires.