El puente de los candados
inspirado en una novela italiana
Al igual que otras ciudades europeas, Mar del Plata también cuenta con un “puente de los candados” donde los enamorados sellan su amor eterno. Esta tradición surgió con la novela “Tengo ganas de ti”, del escritor italiano Federico Moccia.
Por Juliana Monacchi
El puente en cuestión está ubicado en el costero Paseo d’Avila a la altura de Punta Iglesias, en el radio fundacional de la ciudad.
A esta altura, tanto marplatenses como turistas solemos denominarlo “puente de los candados”. El nombre es en clara referencia a los cientos de candados de todos los tamaños que cuelgan de sus barandas laterales.
Lo cierto es que su verdadero nombre es Puente Peatonal doctor Arturo Illia, y se construyó con motivo de la IV Cumbre de las Américas celebrada en 2005.
Las obras incluyeron la puesta en valor de numerosos espacios de la ciudad, entre los que se incluyó el Paseo d’Avila. A pocos metros del puente se encuentran los célebres molinos de viento, así como espacios de recreación y bancos públicos.
Una novela italiana inspiró la moda de colgar candados en todo el mundo
“Tengo ganas de ti” (en italiano: Ho voglia di te) es la segunda novela del escritor italiano Federico Moccia y la continuación de la anterior, Tres metros sobre el cielo. Se publicó en 2006 con un considerable éxito de ventas y tuvo una inmediata adaptación cinematográfica, lo cual le valió una mayor visibilidad mundial.
En el capítulo 49 de dicha novela, los protagonistas depositan un candado en el puente Milvio sobre el río Tíber y sellan su amor para siempre.
A partir de entonces serán imitados por miles de parejas a lo largo y ancho del planeta. Por caso el Pont des Arts de París, uno de los puentes más emblemáticos del mundo, tiene adheridos a su estructura cientos de candados que le dan una nueva visual y constituyen una atracción turística en sí mismos.
La contracara de esta romántica práctica es el sobrepeso que los candados añaden a los puentes, generando serios problemas al punto de obligar la prohibición de la circulación o su remoción.
El puente de los candados de Mar del Plata no estuvo exento de problemas y controversia por el peso extra que añadían a la estructura. Esto puso en peligro tanto la circulación peatonal como vehicular en la calle que cruza justo debajo.
A esto se le suma una cuestión estética y propia de la cercanía con el mar: los candados se oxidan rápidamente producto del salitre costero y el viento, por lo que en cuestión de semanas pierden su aspecto inicial.
Todo esto hizo que en 2019, el gobierno municipal decidiera retirar los candados del puente, fundirlos y donar el material para su venta. Sin embargo, a los pocos días los candados volvieron a aparecer y allí siguen hasta el día de hoy. Como dice la canción de Tango Feroz, el amor es más fuerte.
Actualmente, el puente de los candados sigue siendo un punto de encuentro y reunión fácilmente reconocible, así como un lugar turístico novedoso dentro de la gran oferta de la ciudad. Es común ver parejas y recién casados tomándose fotografías o selfies con los candados y el mar de fondo. Quizás sea el lugar donde más se respira amor romántico en Mar del Plata.