Complejo Bristol Center
Esta manzana posee una rica historia ya que fue la sede del núcleo de salones del antiguo Hotel Bristol. El hotel había sido inaugurado en 1888 y llegó a abarcar tres manzanas. En 1944, el hotel cerró sus puertas.
Dos de las manzanas (que contenían los distintos edificios para las más de 500 habitaciones) fueron demolidas, pero esta manzana que estamos describiendo, se transformó en una galería comercial que incluía salas de espectáculos y locales comerciales (internos y externos). La Galería Bristol finalmente se subastó en 1964. El edificio ya estaba en un estado muy deteriorado y hacia 1969 comenzó su demolición.
El nuevo proyecto, de características modernas, contemplaba un complejo de 110000 m2, con tres torres, una central de 39 pisos y dos laterales de 30 pisos, sobre un basamento de 6 niveles (2 subniveles, la planta baja y tres pisos altos) que cubrían la totalidad de la manzana. Los subsuelos contenían cocheras con capacidad de 520 automóviles y el acceso a las mismas se encontraba sobre la calle Entre Ríos.
La galería comercial ocupaba 2 niveles y medio del basamento. El último nivel del basamento contenía el sector cultural: 2 salas de espectáculos de 1100 localidades, salas de conferencias, salones de exposición, restaurantes y confiterías. La terraza de este volumen contendría 2 pileta de natación (para adultos y niños), solárium, vestuarios y gimnasio, para los usuarios de las torres. Despegadas de la terraza se levantarían las torres. La central ubicada sobre 5 pórticos de hormigón, con separación de 23 metros entre ejes. Esta torre iba a contener 663 departamentos.
Las torres laterales contendrían 300 departamentos cada una. Un proyecto que evidentemente, teniendo en cuenta las regulaciones de construcción existentes, no podría haberse construido sino por excepción. Este proyecto fue muy criticado y generó el primer quiebre en la opinión pública y política respecto de estas construcciones, porque de concretarse, generaría un gran cono de sombras sobre las playas céntricas a tempranas horas. Finalmente el proyecto (con algunos cambios) fue aprobado.
Sin embargo el proceso de construcción comenzó a tener demoras y hacia 1975 se desencadenó un proceso inflacionario que golpeó la continuación del emprendimiento. Pero definitivamente un hecho posterior sería el comienzo del fracaso en completar la obra. En algún momento también se cambió (por autores desconocidos) la fisonomía externa del conjunto, desviándose estéticamente del proyecto.
En definitiva, las obras se retrasaron aún más por las acciones judiciales que comenzaron a realizar los compradores de los departamentos y sumado a la expropiación de los bienes de Graiver por el gobierno militar, determinó el cese de actividades en 1977, quedando trunco el proyecto, hasta la actualidad.
En estas negociaciones el municipio se aseguró un auditorio y una sala de exposiciones. Aún faltaba la aprobación en el Concejo Deliberante. Dicha sesión, de casi 6 horas, fue un escándalo, hubo disparos y peleas dentro del recinto.
Finalmente en la madrugada del 6 de diciembre de 1974 y por desempate del presidente del cuerpo se aprobó la ordenanza que daba el visto bueno a la construcción del complejo. La tercera torre nunca se construyó.
En 2004, hubo algunas novedades, cuando el consorcio de propietarios inició acciones legales sobre la empresa Fundar S.A. Esperando un fallo favorable, se suponía la terminación de la tercera torre con el dinero de la indemnización. Finalmente en 2015 la justicia falló a favor de la empresa y de esta manera se cerró otro capítulo, del inconcluso Bristol Center. Ha habido intentos (todos frustados) para mejorar el entorno visual del complejo, como por ejemplo cuando se propuso unificar las fachadas del basamento con una marquesina totalizadora.
El basamento ocupado por la Galería Bristol (incompleta) presenta una distribución de planta baja y tres niveles. El conjunto se completa con locales comerciales perimetrales y 550 cocheras, distribuidas en 3 subniveles.
El hotel cuenta con 225 unidades habitacionales (entre habitaciones y departamentos), todas ellas son propiedad de la empresa Construir S.A. Las torres cambiaron su fisonomía externa, pasando del recubrimiento de vidrio pensado en el proyecto original, a los muros exteriores de mampostería y balcones de hormigón, que cubren las fachadas parcialmente.