Instituto Unzué
La construcción del asilo Saturnino E. Unzué fue concebida por las hermanas Concepción Unzué de Casares y María de los Remedios Unzué de Alvear en el año 1906 cuando representadas por Dalmiro Iñiguez, comunican al comisionado municipal de Mar del Plata, don Juan José Urdinarraín, la intención de construir en la mitas S.O de la chacra 328 de propiedad de ellas, un asilo y sanatorio para alojamiento y educación para niñas pobres.
El proyecto fue ordenado al arquitecto francés Louis Faure Dujarric. El constructor material del edificio fue Mauricio Cremonte segundado por el francés León Fragnaud con mano de obra de los recientes llegados en Mar del Plata.
El interior fue a cargo de los talleres de Curzio Caponetti-Esegui en Roma comenzando al fin de 1909 y comprende solados, revestimientos de muros, fustes de columnas, capiteles, bases, orfebrería, herrajes y carpintería.
En el 1911, las hermanas Unzué donaron al Estado Nacional el edificio dedicado a la memoria del padre de ambas, don Saturnino Unzué.
Fue inaugurado el 5 de marzo de 1912 con la presencia del presidente de la Republica Roque Sáenz Peña y otras personalidades. Entre los años 1913 y 1927 hubo modificaciones y ampliaciones.
El edificio se desarrolla en forma de H, en dos niveles, siguiendo un estilo neobizantino inspirado en la Edad de Oro de Justiniano. Su cúpula tiene unos diez metros de diámetro con forma piramidal de tres arcos, una pequeña bóveda de cañón y un campanario con chapitel o aguja. Mármoles de Abisinia, de Carrara y del Proconeso (de la Isla de Mármara, utilizado en la capital bizantina, Constantinopla, especialmente en sarcófagos) componen y revisten columnas y objetos sacros del oratorio de la Inmaculada Concepción de María Virgen. El púlpito en mármol de Carrara diseñado por Dujarric fue ganador del premio internacional en diseño, en Sevilla en 1910.
Los materiales son lo más nobles de su tiempo, la proporciones bien equilibradas, el simbolismo religioso ajustado al antiguo y riguroso sentido canónico de la liturgia.
El misticismo se expresa a través del follaje, animales, números e imágenes altamente espirituales.
La gran cruz latina de la puerta central en roble de Eslavonia y finamente tallada está flanqueada por un follaje de acanto y coronada por la Rosa Mística de ocho pétalos, sobre un fondo de pequeño cuadrados dispuesto en cruz, entallados y ejecutados magníficamente con definido sentido religioso.
El oratorio no posee baptisterio, pero sí, dos pilas para agua bendita con cuatro tortugas al pie que simbolizan la fuerza, la duración de la Iglesia y bordada con dibujos color encarnado, azul y blanco.
La imagen de María Virgen realizada en un solo bloque de mármol de Carrara se ubica en una hornacina con un fondo de teselas doradas salpicadas con estrellas doradas de cinco y seis puntas.
El 16 de mayo de 1997 el edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional. Desde hace unos dos años todas las partes del edificio corroídas por el tiempo y el aire salino están en restauración.
Capilla de la Inmaculada Concepción
La capilla de la Inmaculada Concepción, diseñada por el arquitecto francés Louis Feure-Dujarric, es de estilo neobizantino, destacando el altar, el púlpito, la estatua de la virgen, una imagen de un cristo bizantino y el comulgatorio.
En la puerta central, ricamente tallada, de entrada a la capilla destaca una gran Cruz Latina flanqueada por follaje de acanto estilizado y coronada por la Rosa Mística de ocho pétalos, sobre fondo de pequeños cuadrados dispuestos en cruz. Las dos hojas laterales fueron adornadas con dibujos geométricos.
Todo en su interior ha sido ordenado con intenciones místicas, para uso de las almas contemplativas, con delicados simbolismos expresados con figuras de follaje, animales e imágenes altamente espirituales, que facilitan las etapas de comunicación con Dios.
Ocho ángeles, con sus atributos, adosados al muro, nimbados, con las alas abiertas y los pies desnudos, sostienen las nervaduras apoyados en impostas colocadas sobre sus cabezas.
La cruz equilátera en círculo se repite en la planta de la nave, en singular correspondencia dada por el deambulatorio circular cubierto que la rodea exteriormente, en tanto en su piso se desarrolla una teoría de formas geométricas de profundo simbolismo.
Oratorio
El Oratorio del Instituto Unzué fue realizado por Curzio Capobnetti-Esegui en Roma y posteriormente trasladadas las piezas a la ciudad de Mar del Plata. Es un ejemplo de la arquitectura Neobizantina, con un notable simbolismo litúrgico.
Construido con materiales nobles, guarda unas equilibradas proporciones y un alto simbolismo religioso desde la fachada exterior hasta el teorema de mármoles y mosaicos que propone el interior del templo, semejante a las antiguas catedrales.
Pantocrátor
El Ábside propiamente dicho, presenta 3 registros bellamente decorados con dibujos geométricos entrelazados y lacerías.
El registro superior está presidido por el Pantocrátor Sedante, la imagen de dios como sacerdote eterno a la vez que hombre doloroso, imagen correspondiente al Cristo de los bizantinos.
Púlpito
De proyección cuadrangular, el púlpito se ubica bajo el ciborio, en el intercolumnio de 2 de las 4 columnas que lo sustentan.
Estas pequeñas columnas de mármol polícromo rematadas con capiteles de mármol blanco con intricadas lacerías, ofrecen al igual que el ciborio, un bello orden simbólico.
El frente de mármol de Carrara calado, presenta, en 2 registros, 4 cruces equiláteras rodeadas de lacería. En el centro del registro superior, un águila de bronce alude al Verbo.
Una escalera de mármol, en el lateral izquierdo, evidencia el alto conocimiento del arte bizantino que poseía Louis Faure Dujarric y la pericia de sus ejecutores.
Pilas para el agua bendita
Este oratorio carece de baptisterio, pero posee dos pilas para el agua bendita que presentan dos temas pocas veces utilizados en el arte cristiano: la tortuga, símbolo de la fuerza y del poder creador, de la fe y también de la duración de la Iglesia, por su larga longevidad y los colores simbólicos: rojo o encarnado, azul y blanco.
El órgano
El órgano instalado en el primer piso con vista al oratorio desde un ventanal, es del fabricante francés de órganos Aristide Cavaillé-Coll (1813-1899), considerado el más destacado de su época por combinar ciencia y estética.
Tras su muerte se hizo cargo de la empresa Charles Mutin. Alrededor de veinte órganos fueron traídos a la Argentina, la mayoría a Buenos Aires, sólo uno de ellos anterior a la muerte de Cavaillé-Coll, los otros en el periodo de Mutin, si bien empleaba a veces la placa 'A.Cavaillé-Coll' hasta 1910. El órgano del Unzué lleva la inscripción 'CH MUTIN MCMVI', o sea del 1906.
Hoy, solamente algunos de ellos siguen funcionando correctamente pudiéndose apreciar su hermoso sonido. Algunos fueron desmontados y vendidos, otros como el de la Basílica de Lujan y el mismo del oratorio, necesitan urgente restauración.
Estructura
El comienzo de las nervaduras y la bóveda está indicado por un friso ornamentado con dibujos geométricos y elementos vegetales que se ven rematados con rosetones representando la Rosa Mística sobre el intradós de la bóveda y los vanos de las nervaduras.
Su cúpula tiene unos diez metros de diámetro con forma piramidal de tres arcos, una pequeña bóveda de cañón y un campanario con chapitel o aguja.
Materiales
Entre los requisitos que las hermanas Unzué solicitaron al arquitecto para la construcción del instituto estaba la utilización de materiales nobles.
Todos los trabajos en madera tallada y la decoración interior con policromías de mármoles fueron realizados en talleres de Francia e Italia. La puerta de entrada a la capilla es de roble de Eslovenia. Los confesionarios y los bancos de madera fueron especialmente realizados por ebanistas locales.
En la construcción de la capilla se utilizaron 18 tipos diferentes de mármol de Abisinia, de Carrara y del Proconeso. El púlpito fue distinguido en el año 1910 con el Primer Premio Internacional de Arte Sacro, otorgado en Sevilla, España, con anterioridad a su traslado a Argentina.
La capilla fue dotada de un llamativo lampadario de bronce de ocho segmentos dispuestos en cuatro registros que pende del centro de la cúpula, además de numerosos ornamentos realizados especialmente por el arquitecto italiano Curzio Capponetti Esegui, en la ciudad de Roma, piezas únicas con características propias de las artes del ornato broncístico de inspiración bizantino-carolingia. Las paredes del Ábside están totalmente cubiertas de teselas con fondo de oro.
Los herrajes de bronce labrado y ornamentados con follaje y dibujos geométricos, son piezas únicas de fina orfebrería especialmente realizadas para el oratorio del Asilo que también cuenta con un órgano construido en 1905 por la firma Aristides Cavaillé-Coll y un harmonium de origen francés, que data del 1890-1900, construido por Alexandre et Fils, París. Las catorce estaciones del Vía Crucis son de esmalte cloisonné.