Villa Devoto
Ubicada en Buenos Aires 2275 y Almirante Brown, es una villa pintoresquista con rasgos tudor y normando, construida en 1918, con proyecto del mismo arquitecto que diseñó los edificios del Casino y Hotel Provincial, es una residencia que no pasa desapercibida.
Proyecto de Luis Dates y Alejandro Bustillo, el mismo arquitecto que diseñó los edificios del Casino y Hotel Provincial y construida por la empresa Arturo Lemmi y hermanos, es una villa pintoresquista con rasgos tudor y normando, construida en 1918.
Uno de los determinantes para la toma de partido, fue la existencia de la vivienda lindera, la Villa de Bary, otro tesoro de la arquitectura marplatense conservado hasta ahora, que rodea el terreno de esta imponente construcción, como abrazándolo.
El ingreso a la casa se realiza a través de un Patio de honor, separado de la Línea Municipal por un muro de piedra martelinada con barandas de madera torneada.
Las habitaciones están dispuestas en tres niveles, con una distribución en planta en forma de “L”, articulada cada ala por un hall octogonal.
Un sector contiene las salas de estar en la planta baja y en la planta superior, los dormitorios; en el otro lado, que tiene ingreso por calle Brown, se ubican las áreas de servicio.
Su basamento es de ladrillo, con vigas de piedra martelinada y en las aristas, falsos encadenados. Los pisos superiores poseen revoques blancos con falsos pan de bois, ménsulas ornamentales, aleros de madera y remates con pronunciados mojinetes decorados.
Los niveles superiores se resuelven con muros revocados y entramados aparentes de madera en color oscuro.
Los niveles superiores se resuelven con muros revocados y entramados aparentes de madera en color oscuro.
La carpintería exterior es de madera, presentan postigos de doble hoja con celosías.
También se utiliza la madera en aleros, barandales, ménsulas ornamentales, columnas del porche, balcones y la escalera exterior que accede al volumen de articulación de ambas alas de la propiedad. Este volumen está techado individualmente en forma de chapitel octogonal. Las cubiertas, con múltiples caídas, están materializadas en tejas tipo normandas. El entretecho o nivel superior permite su ventilación e iluminación por medio de varias lucarnas.
En cuanto a decoración exterior presenta varios elementos y detalles en piedra o símil piedra como blasones, alegorías de animales, frisos vegetales, un escudo con la inscripción del año de construcción “1918” y las iniciales BD (Bartolomé Devoto).
También en piedra aparecen tallados los nombres de los constructores y autores del proyecto.
El patio exterior está cercado por un muro de piedra que presenta en sus accesos vehiculares por ambas calles (tranqueras de madera), pilares en forma de pequeñas torres, realizadas en piedra martelinada.
Mismo tratamiento para la entrada de servicio que dispone un pequeño pórtico techado. El cerco de completa con un barandal de madera torneada.
En 2000, la propiedad recibió el Diploma a la Mejor Preservación Original de Arquitectura Tradicional, otorgado por la Defensoría del Pueblo de General Pueyrredon.
Los interiores, que conservan boiserie, vitrales, muebles de madera, artesonados y artefactos de iluminación en hierro.
Bartolomé Devoto y su esposa, Juana González Escudero son los dueños originales de la casa. Bartolomé llega a Buenos Aires con su hermano Antonio cuando aún no había cumplido 15 años, ambos llamados por Cayetano, su otro hermano, que ya vivía acá. Antonio y Bartolomé se asocian en un almacén minorista, llamado Antonio Devoto y Hno, que se convertiría era una de las empresas más importantes de importación y exportación.
Después de su fallecimiento se casó con Doña Juana. De este segundo matrimonio nacen 4 hijas mujeres, María Rosa, María Luisa y María Teresa, Jeanet y un hijo varón, José.
Los hijos menores de Bartolomé y Doña Juana, José y Jeanet no dejaron escendencia. María Rosa, María Luisa y María Teresa se unirán en matrimonio a Alejandro Bustillo, Federico Green y Fermín Ortiz Basualdo, respectivamente. Todos ellos miembros de la alta sociedad porteña.
Luego de la muerte de Bartolomé, ocurrido en Enero de 1920, en esta misma casa, María Rosa y su esposo, el arquitecto Bustillo, son quienes ayudan a Juana, mujer de gran carácter, a administrar la herencia que Bartolomé dejara, formada por campos, edificios de rentas y otras propiedades. Además, dedicarán una importante labor donando parte del patrimonio para obras de caridad y bien público.
Esto forma parte de nuestro Patrimonio Cultural. Es tan importante conservarlo, como nuestro Patrimonio Arquitectónico porque constituyen nuestra identidad.
Hace unos días, desde que se colocó un cartel de una conocida inmobiliaria de la ciudad, se empezó a correr el rumor de su posible demolición, el Intendente Municipal, comunicó en los medios que no hay expediente presentado con tal fin.
Esperemos que así sea y que se implementen los mecanismos para su salvaguarda.